En los primeros años de la dinastía Song del Norte, en la ciudad de Bianliang, la capital del este, había un matón sin escrúpulos llamado He Chun. Este individuo, aprovechando su habilidad en unos cuantos trucos de lucha, se dedicaba a comer, beber, prostituirse, apostar, engañar y estafar, especializándose en hacer el mal, ganándose el apodo de 'Tigre de la Calle'.
Se cuenta que un día, He Chun estaba paseando por la calle cuando se encontró de frente con una persona. Al levantar la vista, reconoció a su amigo de apuestas, Zhang Shan. Zhang Shan agarró a He Chun y le dijo: 'Hermano He, te he estado buscando por todas partes, no esperaba encontrarte aquí'.
He Chun preguntó: '¿Qué me buscas?'
Zhang Shan respondió: 'Hermano, acabo de ganar bastante plata apostando y quería invitarte a beber'.
He Chun dijo: 'Eso suena muy bien'. Mientras hablaban, los dos entraron en una taberna llamada 'El Pabellón de Taibai', pidieron buen vino y comida, y comenzaron a comer y charlar.
Después de varias rondas de bebida y varios platos de comida, Zhang Shan dijo: 'He oído que eres un experto en el arte de seducir a las mujeres, ¿has encontrado alguna buena presa recientemente?'
Animado por el alcohol, He Chun respondió: 'No te voy a mentir, hermano, últimamente he tenido mucha suerte con las mujeres'.
Zhang Shan rápidamente preguntó: '¿En serio? ¿Podrías contarme para disfrutar del relato?'
He Chun dijo: 'Está bien, te lo contaré. Pero, por favor, no lo divulgues, de lo contrario, nuestras vidas podrían estar en peligro'.
Zhang Shan aseguró: 'Por supuesto que no'.
He Chun tomó un sorbo de vino y dijo: 'Bien, entonces escucha con atención mientras te lo cuento poco a poco'.